¿Qué considerar en una reintroducción de guanacos?

Poco a poco comienzan a surgir proyectos de reintroducción de guanacos en Chile central, los cuales muestran grandes avances. Esto además, abre desafíos sobre las consideraciones críticas para ejecutarlas, en el contexto en que se daría en un ecosistema que alberga más del 70% de la población de Chile. Aquí, cualquier acción de restauración se encontrará con diferentes intereses territoriales, entre las cuales surgiría el interés por recuperar especies como el guanaco. La pregunta de rigor que surge es ¿Qué debería ser prioridad en una reintroducción de guanacos?

 

De acuerdo con investigaciones que se han desarrollado no solo en Chile sino que también en el mundo, hablan de que la prioridad es el trabajo con las comunidades locales. La evidencia científica demuestra que la conservación equitativa, que empodera y apoya las prácticas territoriales de comunidades locales es la vía principal para la conservación eficaz a largo plazo. Esto porque la conservación y restauración aislada de las realidades locales y sus comunidades asociadas no son más que acciones disciplinares, poco contextualizadas, en un escenario en el que se requiere de un trabajo inter y transdisciplinario dada las problemáticas complejas que aquejan hoy en día a las distintas sociedades humanas.

 

Hay que considerar que las acciones como las reintroducciones de animales pueden no ser acciones prioritarias para personas que han ejercido históricamente prácticas territoriales en las que varias de ellas pueden ser aliadas de la conservación y restauración si se sabe trabajar con ellas de forma equitativa. Para ello, no solo se requieren de especialistas ligados a las ciencias ambientales, sino que también se requiere trabajar con personas ligadas a las ciencias sociales, así como también del trabajo mancomunado con los gobiernos locales, regionales y nacionales. 

 

En el caso de las reintroducciones de guanacos ¿Qué comunidades podrían ser influenciadas por la reintroducción de guanacos? Los ganaderos y arrieros. Estas comunidades muchas veces han estado por más de 150 años ligados a los ecosistemas de montaña y, por tanto, han desarrollado un conocimiento local sofisticado acerca de las condiciones locales, información que resulta crucial a la hora de aplicar medidas de conservación y restauración localmente atingentes y socialmente sensibles. Prácticas territoriales como la ganadería además pueden ser compatibles con estas acciones de restauración como la reintroducción de guanacos, dada la evidencia científica que habla que guanacos suelen evitar el contacto con el ganado, disminuyendo conflictos directos con los grupos ganaderos.

 

La ganadería ha sido una práctica que se encuentra arraigada en lo más profundo de la cultura de montaña de Chile central, por lo que pensar en excluirla por ejercer acciones de restauración como la reintroducción de guanacos termina por generar una medicina que resulta peor que la enfermedad. Los conflictos que pueden surgir de esto podrían generar potenciales represalias justamente a los guanacos que podrían ser reintroducidos y se genera un conflicto en vez de ir por la vía de la conservación equitativa, localmente atingente y socialmente sensible, incorporando a ganaderos y arrieros a un sistema de coexistencia entre el guanaco y la ganadería

 

Creemos en un trabajo de coexistencia con ganaderos y arrieros, lo cual es crucial para que proyectos como la reintroducción de guanacos sean exitosos. El conocimiento local que poseen de la cordillera podrían permitir hacer que ganaderos y arrieros sean aliados de una conservación inclusiva, equitativa y que asegure su éxito en el largo plazo. 

Agradecimiento a las manos voluntarias que aportaron a la reintroducción de guanacos en Chile Central

Más de 10 jornadas de voluntariado hicieron posible el espacio que hoy alberga a una guanaca como parte del proyecto de reproducción del Refugio Animal Cascada.

 

Con agrado recibimos la noticia de que el pasado 26 de julio del 2025, en el Refugio Animal Cascada, fue recibida Minga, una guanaca que se suma al proyecto de reintroducción de guanacos en el Cajón del Maipo, iniciativa en que la ONG Kintu colaboró durante ocho años (2017-2024) para establecer un cerco de reintroducción en la parte de la meseta del santuario. Kintu comienza esta cruzada de reintroducir estos guanacos desde 2013, año en el cual comenzamos un experimento en la reserva Altos de Cantillana. Posteriormente, comenzamos a mirar diferentes lugares a los cuales estos guanacos, establecidos en un cerco, podían ser liberados. En múltiples reuniones con el santuario, convencimos a sus administradores para poder trasladar este primer grupo de guanacos. Posteriormente, comienza una etapa colaborativa en la que, como Kintu, aportamos con asesoría científica en torno a decidir el lugar para establecer este cerco, así como también de un monitoreo con cámaras trampa de los guanacos que posteriormente se liberaron y que aún deambulan por el cordón cordillerano de esa zona.

La llegada de esta guanaca nos invita también a recordar y agradecer profundamente el valioso aporte desinteresado de las y los voluntarios que participaron en la construcción del cerco que hoy alberga a Minga.

Entre los años 2021 y 2024 se organizaron más de 10 jornadas de voluntariado, reuniendo a más de 150 voluntarios convocados por Kintu, en las que, con chuzo, pala, sudor, risas y una enorme motivación, se levantó un cerco destinado a mantener una población reproductiva de guanacos. Varios de ellos se repitieron muchas jornadas, como nuestras voluntarias estrella Helen Salazar y Valentina Rubio. Este espacio busca facilitar el monitoreo de su uso de hábitat y de sus efectos como ingenieros ecosistémicos. Desde un inicio, esta iniciativa se proyectó hacia la liberación de individuos adaptados al territorio, junto con el desarrollo de actividades de capacitación, educación y divulgación orientadas a los actores del sector y comunidad local, con el fin de prevenir conflictos y promover la creación de vínculos afectivos, culturales y económicos en torno a los guanacos.

Estos esfuerzos, que siempre debieran ser colaborativos, representan una iniciativa novedosa y ambiciosa para la conservación, y un uso sostenible de este tipo de ecosistemas. Hoy destacamos especialmente las manos voluntarias que fueron clave para hacer posible la recepción de individuos en el Refugio.

Esperamos que este proyecto llegue a buen puerto y que, en un futuro, podamos contemplar un bosque regenerado y resguardado por su jardinero natural: el guanaco, quien hace 500 años cumplía una función ecológica fundamental en Chile Central como dispersor de semillas, mejorador de suelos, estimulador del crecimiento de árboles, entre otras labores restauradoras del bosque.

Participación destacada en el V Coloquio de la Sociedad de Socioecología y Etnoecología de Chile

Este año, entre los días 6, 7 y 8 de agosto, se llevó a cabo el V Coloquio de la Sociedad de Socioecología y Etnoecología de Chile (SOSOET), en la ciudad de San Fernando, teniendo como sede el Campus Colchagua de la Universidad de O’Higgins. Esta edición del coloquio giró en torno a la temática: “Pluriversos y valores de la naturaleza”, convocando diversas miradas, enfoques y disciplinas que dialogan en torno a la socioecología.

Nos llena de orgullo compartir que Matías Guerrero, presidente de la SOSOET y uno de nuestros miembros fundadores, formó parte activa de la organización de esta enriquecedora instancia. Junto a él, también asistieron Benja Silva, Sofía Olivos y Valentina Barrera, quienes representaron con entusiasmo y compromiso nuestro trabajo colectivo.

Durante los tres días de actividades, se llevaron a cabo talleres, sesiones temáticas, charlas magistrales y presentaciones audiovisuales, fomentando el intercambio de conocimientos, experiencias y visiones en torno a las relaciones entre sociedad y naturaleza.

Queremos destacar especialmente la participación de nuestra compañera Valentina Barrera, quien presentó los resultados preliminares de su proyecto de investigación sobre seguridad alimentaria, abriendo interesantes diálogos sobre este tema crucial para la justicia socioecológica.

Nos sentimos profundamente agradecidos de haber formado parte de este espacio de reflexión, aprendizaje y conexión con otras personas y territorios comprometidos con una mirada plural y crítica sobre la naturaleza.

 

¡Esperamos con entusiasmo reencontrarnos en el próximo coloquio en 2026!

 

Pasante Kintu investiga sobre cadenas productivas de llamas en Chile

A mediados de abril recibimos en Chile a nuestro primer pasante de Kintu, Sacha Peron, estudiante de la Escuela Superior de Agrodesarrollo Internacional (ISTOM) de Francia. Su llegada se concretó bajo el acompañamiento de nuestra cofundadora, Meredith Root-Bernstein.

El objetivo principal de su pasantía es evaluar la factibilidad de desarrollar cadenas productivas vinculadas a la llama (Lama glama) en la zona central de Chile. En este contexto, su investigación se enfoca en identificar los factores que favorecen o dificultan el dinamismo de dichas cadenas, con el fin de proponer estrategias viables de implementación.

La relevancia de esta especie radica en que las llamas cumplen funciones ecológicas similares a las del guanaco —su contraparte silvestre—, con la ventaja de ser un animal domesticado. Esto representa una oportunidad significativa no sólo para fortalecer el equilibrio ecológico de los ecosistemas locales, sino también para impulsar el desarrollo económico de comunidades ganaderas que trabajan con camélidos.

Actualmente, Sacha está analizando la configuración de dos cadenas productivas: la de carne y la de fibra de llama. Además, está evaluando el potencial de un servicio ecosistémico asociado al pastoreo dirigido, como herramienta para la reducción del riesgo de incendios forestales.

Por el momento, su investigación se encuentra en una etapa inicial, durante la cual ha logrado entrevistar a diversos actores clave vinculados a esta problemática. Entre ellos se cuentan funcionarios de CONAF, académicos, artesanos textiles y algunos criadores de llamas en el norte del país. 

En Kintu valoramos profundamente su colaboración y estamos entusiasmados por los aportes que podrá generar. Próximamente estaremos compartiendo sus principales hallazgos y conclusiones.

Terreno en el Cajón del Maipo para explorar opciones del proyecto Tierras Nuevas

Entre los días 1 y 2 de junio nos reunimos con los coordinadores del proyecto Tierras Nuevas, Anais y Fabien, con el objetivo de identificar y discutir posibles áreas de implementación dentro de la localidad del Cajón del Maipo.

El trabajo en terreno comenzó con nuestra llegada a la cuenca alta del río Yeso, específicamente al sector del Embalse El Yeso. Debido a un sistema frontal con precipitaciones en el sector, no fue posible realizar un acercamiento directo al glaciar Echaurren, lugar donde potencialmente se realizarían experimentos para el proyecto.

En su lugar, se efectuó un reconocimiento exploratorio de zonas para el estudio, priorizando el acercamiento a ecosistemas periglaciares. Durante esta jornada se identificaron las principales geoformas del paisaje, formaciones vegetacionales y la red hidrográfica dominante.

En la tarde del primer día, el equipo de Kintu realizó breves presentaciones en las que se compartieron investigaciones y proyectos en curso. Esta instancia permitió identificar puntos de convergencia con el proyecto Tierras Nuevas y explorar posibles sinergias y futuras colaboraciones. En estas presentaciones, Matías Guerrero, Benja Silva, Sofía Olivos y Tamara Escobar compartieron la información que se ha levantado por diferentes proyectos y publicaciones del Cajón del Maipo.

Entrada la noche, sostuvimos una conversación con el presidente de la Asociación de Ganaderos de San Gabriel, en la que abordamos sus percepciones sobre el cambio climático, sus efectos en el paisaje y otras aproximaciones vinculadas a la transformación del territorio.

Durante la mañana del segundo y último día, nos reunimos con una arriera residente en la cuenca alta del río Yeso. A través de este diálogo, se profundizó en las prácticas tradicionales y las narrativas locales en torno al uso y la comprensión del territorio.

Este intercambio permitió identificar las percepciones de algunos habitantes locales sobre los impactos del cambio climático, articulando así las dimensiones geofísicas y ecológicas del paisaje con las interpretaciones construidas desde la experiencia cotidiana.

Para finalizar el trabajo en terreno, realizamos un breve recorrido hacia el Monumento Natural El Morado, antes de emprender el regreso a Santiago. Esta salida concluyó con la recopilación de propuestas y reflexiones por parte de los habitantes con quienes logramos establecer contacto, dejando abiertas líneas de trabajo que esperamos seguir profundizando en futuras etapas del proyecto.